Hace más de un año la Clínicas Julián Rodas abrió sus nuevas instalaciones ubicadas en la plaza de Colón. Su máximo responsable, Julián Rodas, explicó que su sede, que tiene una superficie de unos 700 metros cuadros, incorpora una sala de espera, otra de recuperación, la última tecnología, planificación diagnóstica, sistema de imágenes para explicarle al paciente su caso, pero, sobre todo, «un ambiente confortable para que el paciente venga sin estrés». A su juicio, «aunque la clínica es grande no pensamos que sea una clínica industrial, sino que seguimos con la misma filosofía de ver pocos pacientes al día». Con esta idea intentan transmitir que su prioridad es la persona que atienden y que no están pensando en tener una sala de espera llena. Además, este espacio está bien diferenciado, lo que evita que los pacientes escuchen los clásicos sonidos de una clínica dental. El centro está enfocado hacia la cirugía maxilofacial, la implantología y la estética dental. Para desarrollar estos tratamientos la Clínica Julián Rodas dispone de las últimas tecnologías, sobre todo en lo que se refiere a planificación y diagnóstico mediante técnicas en 3D. Su equipo humano está formado por 10 personas, entre enfermeras, recepcionistas y cirujanos, aunque «tenemos la intención de ampliar la plantilla», según resaltó Rodas. Este profesional destacó el carácter «multicultural» de los médicos, ya que su formación se ha realizado en países como Brasil, Portugal o Marruecos, al mismo tiempo que su amplia experiencia se ha desarrollado principalmente fuera de España. El centro apuesta por el desarrollo de la implantología tradicional, aunque las técnicas utilizadas suelen renovarse cada cierto tiempo. Por este motivo, la formación es un aspecto fundamental, lo que se traduce en un aula dentro de la clínica con capacidad para albergar a unas 40 personas y donde se pueden seguir las intervenciones quirúrgicas y luego debatir sobre las mismas. Lo último en implantología son las imágenes tridimensionales.

 «Esta tecnología nos ayuda a los cirujanos a ver la anatomía del hueso, evitando de este modo accidentes quirúrgicos que antes ocurrían con más frecuencia, así como para diseñar prótesis con más rapidez para que el paciente esté sin dientes el menor tiempo posible», explicó Rodas. Los tratamientos se pueden realizar con o sin anestesia. Para los que necesitan sedación, los profesionales de la clí

nica  se trasladan al Hospital San Juan de Dios. El centro trabaja con compañías de seguros y con mutuas de accidentes laborales. Esto es muy importante ya que las lesiones dentales derivadas de este tipo de siniestros han crecido en los últimos años, según destacó Rodas, mientras que las causadas por accidentes de tráfico han disminuido como consecuencia de la introducción del airbag en los vehículos.

Evolución Este profesional médico subrayó que el trabajo base que se realiza en un implante tiene una vida de unos 20 años, pero es muy importante que los pacientes con este tratamiento acudan a una revisión periódica, al menos anualmente. Cada año, el hueso se embebe y la prótesis ya no encaja perfectamente, por lo que hay que fijarla, según apuntó. Rodas indicó que el diseño de los implantes ha evolucionado mucho en los últimos 20 años. Ahora son muy naturales, aunque es algo que se ha estabilizado desde algunos años, de modo que las cirugías son mucho menos agresivas, los tiempos de espera y recuperación se han acortado y existe la posibilidad de colocar alguna pieza de forma provisional y así evitar la minusvalía dental durante ese tiempo. «Con los tiempos que corren, en los que la gente no puede disponer de tantos días para recuperarse de la operación, por lo que es muy importante saber que ahora, planificando la intervención cercana al fin de semana, el lunes siguiente el paciente ya puede estar haciendo su actividad normal perfectamente», declaró. 

Vía diario ABC Córdoba.